PRINCIPIOS DE LA PATERNIDAD
Proverbios 22:6 – "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él."
INTRODUCCIÓN:
Ser padre es una de las responsabilidades más grandes que Dios ha dado al ser humano. La paternidad no es solo un título, sino una tarea que implica amor, disciplina, dirección y testimonio. En la Biblia, Dios nos enseña principios fundamentales para ser padres conforme a Su voluntad.
Hoy exploraremos tres principios esenciales de la paternidad bíblica que nos ayudarán a guiar a nuestros hijos en el temor del Señor.
I. SER UN EJEMPLO ESPIRITUAL PARA LOS HIJOS
Deuteronomio 6:6-7 – "Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes."
Los hijos aprenden más por lo que ven en sus padres que por lo que estos les dicen. Como padres, debemos modelar la vida cristiana con nuestro ejemplo diario.
Características de un buen ejemplo:
1. Un padre que ora – Los hijos deben ver que la oración es una prioridad en casa (1 Tesalonicenses 5:17).
2. Un padre que vive en santidad – No solo hablar de Dios, sino vivir conforme a Sus principios (1 Pedro 1:15).
3. Un padre que ama la Palabra de Dios – Leer la Biblia en familia y enseñarla con el testimonio personal (Salmos 119:105).
Ejemplo bíblico: Job oraba constantemente por sus hijos, intercediendo por ellos ante Dios (Job 1:5).
Aplicación práctica: ¿Están nuestros hijos viendo en nosotros un modelo de fe, integridad y amor por Dios?
II. CRIAR CON AMOR Y DISCIPLINA
Efesios 6:4 – "Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor."
El equilibrio entre amor y disciplina es clave en la paternidad. No podemos ser demasiado permisivos ni demasiado autoritarios.
Principios para una disciplina bíblica:
1. Disciplina con amor, no con ira – La corrección debe ser para edificar, no para lastimar (Colosenses 3:21).
2. Enseñar con paciencia y constancia – No basta con corregir una vez; la educación requiere repetición y perseverancia (Proverbios 29:17).
3. Instrucción basada en la Palabra de Dios – No se trata solo de reglas humanas, sino de principios divinos (2 Timoteo 3:16-17).
Ejemplo bíblico: El sacerdote Elí no corrigió a sus hijos cuando se desviaron del camino de Dios, y eso trajo consecuencias graves (1 Samuel 3:13).
Aplicación práctica: ¿Estoy corrigiendo a mis hijos con amor y enseñándoles la disciplina bíblica?
III. PREPARAR A LOS HIJOS PARA SU FUTURO ESPIRITUAL
Proverbios 22:6 – "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él."
Los hijos no solo necesitan comida, ropa y educación académica, sino sobre todo una formación espiritual que los prepare para enfrentar la vida con Dios en el centro.
Cómo preparar espiritualmente a los hijos:
1. Enseñarles a tomar decisiones basadas en la Palabra de Dios (Josué 1:8).
2. Incentivar su relación personal con Cristo – No basta con llevarlos a la iglesia; deben tener su propio encuentro con Dios (Juan 15:5).
3. Fomentar el servicio a Dios y al prójimo – Involucrarlos en la obra de Dios desde pequeños (Mateo 20:26-28).
Ejemplo bíblico: Timoteo fue instruido desde la infancia en las Escrituras por su madre y su abuela, y eso lo preparó para el ministerio (2 Timoteo 1:5).
Aplicación práctica: ¿Estoy preparando a mis hijos para vivir una vida guiada por Dios?
CONCLUSIÓN:
La paternidad es un llamado divino que requiere compromiso, amor y sabiduría. Dios nos ha dado principios claros para criar hijos en Su temor y enseñanza.
- Salmos 127:3 – "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre."
- Malaquías 4:6 – "Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres."
LLAMADO FINAL: Que cada padre aquí presente decida ser un modelo espiritual, disciplinar con amor y preparar a sus hijos para un futuro en la presencia de Dios. ¡Tomemos hoy la decisión de ser padres conforme al corazón de Dios!
Rvdo. Tomás Valeriano